El anuncio fue hecho por el Presidente Sebastián Piñera durante la celebración del Champion de Rancagua y buscar reconocer y proteger el componente genético y cultural de la Raza Pura Chilena de equinos, componente importante de nuestra identidad nacional.
El Champion de Rancagua fue el escenario escogido por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, para firmar el decreto que declara monumento natural al caballo de Pura Raza Chilena, con lo que se asegura su absoluta protección gubernamental en cuanto al cuidado y preservación de dicha especie.
Acompañado por el ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, el Mandatario destacó la medida diciendo que «el decreto que hoy firmamos responde a la necesidad de destacar al caballo chileno por su nobleza, su generosidad, desde los tiempos de la Colonia. Estos motivos y los antecedentes recogidos durante años por los estudiosos del tema, hacen a esta especie merecedora del reconocimiento como Monumento Natural de nuestro país».
La declaración se enmarca en la Convención Internacional Sobre Protección de la Flora, la Fauna y las Bellezas Escénicas Naturales de América, suscrita en la ciudad de Washington, Estados Unidos, mediante la cual se ordena proteger y conservar, en su medio ambiente natural, todas las especies de flora y fauna nativa de los países firmantes, para preservar su diversidad genética y evitar su extinción.
El ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, destacó la iniciativa como «un trabajo que viene de una larga trayectoria de desarrollo morfológico y funcional que habla también de una obra emprendida a través de muchas generaciones de criadores nacionales. Esta es una forma de preservar los frutos de ese trabajo, arraigado profundamente en el medio natural chileno».
Raza Pura Chilena
La comunidad intelectual y científica chilena especializada ha reconocido, a través de una abundante y antigua literatura, que el «Caballo de Raza Pura Chilena» constituye una raza propia de la especie Equus Caballus, con características morfológicas y funcionales que lo distinguen con precisión de las demás razas de caballos del mundo.
También la Sociedad Nacional de Agricultura y otras sociedades agrícolas regionales importantes cuentan con registros genealógicos de esta raza de caballos, que se remontan a más de 100 años, y son los más antiguos de América y los terceros más antiguos en todo el hemisferio occidental.
Todo lo anterior -tanto antecedentes zootécnico como históricos- constituyen un respaldo genuino de los criterios de selección que han permitido la evolución genética del caballo nacional, posicionándolo, según lo expresado por el ministro Galilea, como «uno de los aspectos más valiosos de nuestro patrimonio cultural».
«La trascendencia alcanzada en nuestra cultura por el caballo de Raza Pura Chilena lo hace formar parte de nuestra identidad nacional. Es extraordinariamente atractivo, tanto desde el punto de vista científico como desde el cultural, deportivo y turístico a nivel internacional. Todo esto nos llama y nos exige que, como autoridades competentes, lo reconozcamos y aseguremos su protección», finalizó Galilea.
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