Tiene consecuencias comerciales.
Con la población mundial creciendo año a año, la demanda por alimentos lo hará también y con ello las fiscalizaciones y monitoreos a los productos que se comercializan a nivel mundial.
Durante su participación en el VII Simposio AOAC Latina, Inocuidad Alimentaria: “Requisitos Internacionales y soluciones analíticas Innovadoras”, desarrollado en Santiago (Chile), la Dra. Renata Magale de Oliveira, expuso a los presentes acerca del LMR – límite máximo de residuos – y los requerimientos del comercio internacional de alimentos.
La especialista, que actualmente dirige el GENS (Global Enviromental and Consumer Safety Laboratory) de Basf en Brasil, comentó que para 2030 se espera haya en el mundo unas 8 billones de personas que alimentar, al tiempo que el área dedicada a la producción per cápita tiende a disminuir.
Dijo que Latinoamérica tiene el 41% del área disponible para la expansión de la agricultura, lo que se presenta como una oportunidad para ampliar cada vez más las exportaciones.
Es en este contexto que el LMR cobra importancia, ya que de acuerdo a la experta es relevante para el comercio. “Sabemos que los agricultores producen para un mercado global, sabemos que los plaguicidas pueden dejar residuos y que esos residuos son reglamentados por los LMR”, dijo, destacando que cada vez son más los países importadores que están aumentando los monitoreos sobre los cultivos que importan.
LMR
El límite máximo de residuos es el nivel legal más alto de la concentración de un plaguicida en el alimento. Oliveira señaló que exceder un LMR es una violación a la ley y automáticamente el producto no puede comercializarse.
“Exceder el LMR es una violación a la ley y no significa necesariamente que el residuo, cuando excede el LMR, es un riesgo para la salud, porque normalmente sólo altas concentraciones de residuos son necesarias para infringir la IDA (Ingesta Diaria Aceptable), es decir, la IDA es un límite toxicológico”.
Explicó que los LMR se definen en base a los datos de residuos y de acuerdo con el GAP crítico, las buenas prácticas agrícolas.
“Muchas autoridades piden que los estudios de residuos sean hechos con las buenas prácticas de laboratorio que es un sistema de calidad que cuida del proceso organizacional, donde los estudios son planeados, ejecutados, monitoreados y registrados”.
Así los datos de residuos obtenidos de los ensayos de campo, con las buenas prácticas agrícolas, son utilizados para determinar el LMR.
Dijo que hay distintos LMR. Están los nacionales, como por ejemplo el de Brasil o EE.UU y los regionales, como es el caso de la Unión Europea, donde el LMR es el mismo para todos los países miembro.
También está el Codex – muy importante para países sin sistema reglamentario – y el LMR solicitado por tolerancia de importación, cuando no hay registro del plaguicida en el país importador o cuando el cultivo no es producido en el país importador.
“Se puede tener distintos LMR para el mismo componente activo en distintos países y eso significa que los países tienen distintas prácticas agrícolas. Las buenas prácticas agrícolas pueden variar de país en país”, indicó.
“También puede haber diferencias en las definiciones de residuos. En un país se puede considerar sólo el ingrediente activo y en otro puede ser el ingrediente activo más metabólicos”, añadió.
Destacó que exceder el LMR tiene consecuencias comerciales. Puede generarse un rechazo por el producto, la cancelación de los contratos con los proveedores, sumado a una publicad muy negativa.
“Los agricultores antes de exportar los cultivos tiene que certificar si hay LMR establecidos en el país importador y si el GAP utilizado en su país está cubierto por este LMR”.
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