Por Patricia Fuentes
Ingeniera Agrónoma, MBA
Hace un par de décadas parecía de ciencia ficción, hoy es una realidad: alrededor de 2,5 millones de robots funcionando a nivel global en diferentes industrias, nos han “invadido” desplazando a trabajadores de carne y hueso. Sin embargo, es una positiva invasión.
El uso de robots no sólo permite crear empleos calificados y habilidades específicas abriendo un nuevo espacio de capital humano, si no también, reduce los costos de producción, seguridad e imprevistos. Favorablemente obliga a incluir la robótica y automatización en mallas curriculares y especializaciones técnicas tan necesarias en el agro, con generaciones venideras ávidas de estos desafíos tecnológicos, donde la agricultura inteligente trascienda la automatización e incorpore el desarrollar capacidades tecnológicas que complementen el trabajo de los humanos, pero también que contribuyan en mejores procesos productivos y a la vida en el planeta.
Estamos comenzando esta nueva revolución industrial: “Industria 4.0”, “AgTech 3.5”, “Manufacturing advanced”, y parece ya estamos en la “Industria 5.0”, colaboración entre máquinas y humanos para mejorar la productividad y la eficiencia y es sólo el comienzo.
Acorde a Carsten Heer de la IRF y cifras del BancoMundial, la demanda de robots se ha incremento en un 15% anual en la última década, debido a los grandes avances tecnológicos y a la creciente tendencia a automatizar actividades y procesos primarios; superando los US$150.000 millones. Nada mal para tecnologías emergentes que nos permiten innovar en los productos y técnicas tradicionales, como en generar nuevos modelos de negocios y servicios tecnológicos que acompañen las buenas prácticas. Destacable los robots autónomos herbicidas y aplicadores, agricultura menos invasiva sustentable en campo y postcosecha; magníficas innovaciones hechas por Naio Technologies, John Deere, FarmWise Labs, TevelAerobotics, Sitia y Trektor Labs, Instar, RobAgri, entre tantos vanguardistas.
Robots y tecnologías integradas, sinergia pura para el agro
Cuando hablamos de estas máquinas inteligentes y multiformes, las cuales con extensiones brazos y dispositivos de nuevas tecnologías como inteligencia artificial, reconocimiento de imágenes, realidad aumentada, learning machine, big data, entre muchas, realizan tareas repetitivas y de precisión más rápido y con menos errores que las personas, soportan extensas jornadas y son inmunes a condiciones climáticas; podemos conciliar que la “robótica para la agricultura de nueva generación” se basa en la sostenibilidad en la producción y optimizar la calidad de los alimentos (Prof. Noboru Noguchi).
Producir enormes cantidades de alimentos frescos o procesados requiere mano de obra y conocimiento, pero los trabajadores calificados que tienen esa experiencia están envejeciendo. Entonces ¿Qué hacemos si el campo no es tan atractivo? Gran parte de los jóvenes no quiere realizar trabajos de agricultura y se concentran en áreas urbanas, trabajar en un centro comercial y tener horario diurno, o se enfoca en sus propios emprendimientos, muy válido por cierto.
Nuestra labor también repara en incentivar estas capacidades, nuevos desarrollos tecnológicos capaces de aportar con nuevos negocios e investigación científica a suplir el abastecimiento de alimentos en forma sustentable y amigable con nuestras sociedades, culturas y medioambiente. Continuar cada día la transferencia, la extensión y difusión del conocimiento existente y el de frontera que aún no está evaluado, desde los autómatas hasta nuevos bioproductos o alimentos totalmente tecnoprocesados.
La robótica al servicio de la calidad y equidad en alimentación
Estimaciones de FAO, confirman el rápido crecimiento de la población mundial, al 2050 necesitaremos un 75 a 80% más de cultivos y un 50% de producción de carnes para alimentos, y esto conlleva también mayor variedad para la población infantil. Todo un desafío asegurar la seguridad alimentaria en esas condiciones.
El cambio climático que lleva varias centurias antes de su fama tampoco ayuda, sólo en Chile la gran sequía afecta a más del 70% territorio y se espera que la desertificación avance en un 40% hacia la zona central en 10 años. Es urgente lograr un equilibrio en la producción, distribución y consumo de alimentos y que las oscuras cifras del hambre sean cero.
En Latinoamérica, hay un 16% de desnutrición crónica infantil, pese a ser una región rica en recursos y variedad de materias primas, aún así, hay 6 millones de niños menores de 5 años que mueren al año por no tener una ración de comida diaria. Tenemos sólo un planeta Tierra y aunque hay ensayos de viajes a la Luna o a Marte y, hemos cultivado crujientes lechugas en la Estación Espacial, necesitamos doblar la eficiencia en la agricultura para los 9.700 millones de personas en 30 años más, con mano de obra escasa y costos energéticos limitantes en un ecosistema debilitado. La necesidad imperiosa de producción agropecuaria exponencial, hace de la ayuda de la robótica, autómatas, vehículos no tripulados y máquinas híbridas, sea ahora muy bienvenida.
Columna original La Quinta Emprende
https://laquintaemprende.cl/opinion/robots-en-agricultura-futurismo-de-ficcion-o-agricultura-futurista-sustentable/
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