Según la Resolución de Servicio Agrícola y Ganadero N° 1.557 de 2014, se entiende por plaguicida: compuesto químico, orgánico o inorgánico, o substancia natural que se utilice para combatir malezas, enfermedades o plagas potencialmente capaces de causar perjuicios en organismos u objetos. Se entenderá cada producto formulado y las substancias activas con las que se formulan, con aptitudes insecticidas, reguladores de crecimiento de insectos, agentes sofocantes, acaricidas, nematicidas, molusquicidas, rodenticidas, lagomorficidas, fumigantes, fungicidas, bactericidas, desinfectantes, viricidas, microbicidas, preservantes de madera, alguicidas, herbicidas, defoliantes, desecantes, fitorreguladores, coadyuvantes, antitranspirantes, atrayentes, feromonas, aleloquímicos, repelentes, recubrimientos protectores de cultivos, inductores de resistencia y otros que se empleen en las actividades agrícolas y forestales. Corresponde al Servicio Agrícola y Ganadero regular la fabricación, importación, distribución, venta o aplicación de plaguicidas.
Entendemos que los plaguicidas pueden ser vistos con temor por algunas personas, debido a que los asocian a efectos dañinos contra la salud y el medio. Sin embargo, los plaguicidas son una herramienta clave para garantizar la calidad de los productos agrícolas, en especial en un contexto de producción masiva de alimentos, ya que permiten disminuir el ataque de enfermedades y plagas en el huerto; aumentar rendimientos; disminuir riesgos de intoxicación por desarrollo de microorganismos no deseados durante almacenamiento de alimentos o postcosecha de frutas y verduras.
Las actuales políticas de regulación y estándares de elaboración globales son muy estrictos, y en el contexto nacional además, los procesos de registros son considerados de los más exigentes de Latinoamérica, en especial en cuanto a información de respaldo en temas de salud y ambientales, por lo que se espera que en la medida que estos productos se apliquen correctamente se minimice el impacto colateral de los mismos.
Como Colegio de Ingenieros Agrónomos tenemos la convicción que los programas fitosanitarios deben desarrollarse por un especialista de acuerdo con la realidad de cada predio, de modo que logre un equilibrio entre la calidad del producto requerida por los clientes; el cumplimiento con la inocuidad; los requisitos legales; el menor impacto sobre el medio ambiente; la protección de los trabajadores y la viabilidad económica del negocio agrícola.
Rechazamos tajantemente el uso indebido de plaguicidas. Apoyaremos todas las acciones necesarias para sancionar actos como:
- La recomendación y/o venta de plaguicidas no registrados.
- Recomendaciones realizadas por personas sin el conocimiento técnico necesario.
- Incumplimiento del periodo de carencia, aún para mercado local.
- La venta de plaguicidas sin fundamentos técnicos o donde primen intereses comerciales sobre los requerimientos técnicos.
- Difusión del uso de pesticidas sin los fundamentos técnicos necesarios.
A juicio de nuestra comisión toda aplicación de plaguicidas, tanto en productos agrícolas destinados a la exportación como para consumo a nivel nacional, debe cumplir con los siguientes principios:
- Ser definida en base a los conceptos de Manejo Integrado de Plagas y umbrales económicos de control. Esto es, dentro de una estrategia técnica- económica de control.
- Estar respaldada por la firma de un Ingeniero Agrónomo capacitado y autorizado, para asegurar que se aplique el producto adecuado a las necesidades fitosanitarias del cultivo, en el momento y forma más ajustada a la realidad de cada situación.
- Almacenar y eliminar de acuerdo con las normas vigente sobre la materia. No se deben emplear productos sin un sustento técnico, ni cuyo origen no sea trazable.
- Verificar el fiel cumplimiento a las recomendaciones de la etiqueta, como por ejemplo: el uso de equipo de protección personal; respetar los cultivos y usos para las cuales se recomienda; dosis y periodos de carencia; medidas de protección a las personas, entre otros.
Esta comisión trabajará incesantemente en alcanzar el apoyo político y legal para regular la implementación de todos estos principios, ya que la situación productiva actual de Chile reúne las condiciones para implementar los más altos estándares posibles.
Comisión de Inocuidad y Sustentabilidad
Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile
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