Con esta medida se dará la oportunidad de una mayor competencia en el mercado y nuestros agricultores contarán con productos de calidad estandarizada, que generen un menor impacto en el medio ambiente.
El Servicio Agrícola y Ganadero, siguiendo las directrices de la FAO, ha concretado la normativa que permite implementar la equivalencia en los plaguicidas de uso agrícola, estableciendo así un sistema comparable a la bioequivalencia para los medicamentos destinados a las personas.
Fotografía SAG
El objetivo es que nuestros agricultores cuenten con productos fitosanitarios de calidad estandarizada, en cuanto a ingredientes activos, concentración y pureza, simplificando el proceso de registro, de manera de permitir una mayor competencia en el mercado. Así, el SAG seguirá velando por asegurar calidad del más alto nivel.
A través del sistema de autorización por equivalencia, el SAG establecerá un patrón de referencia por ingrediente activo, que deberán cumplir todos los productos formulados a partir de la misma sustancia.
Así, además de los beneficios directos para el agricultor, se generará un impacto positivo en el medio ambiente, dado que no se requerirán estudios toxicológicos en animales cada vez que se registre un nuevo producto. Todo esto permitirá que los tiempos de evaluación y autorización del producto sean menores, dada la menor cantidad de información a analizar, en los casos en que se compruebe que la sustancia es equivalente.
Con esta normativa, Chile está adoptando una medida ya implementada por nuestros mercados de referencia, como son Europa, Estados Unidos y Brasil, entre otros.
El establecimiento del sistema de evaluación por equivalencia de sustancias activas forma parte de los pasos dados por Chile para el mejoramiento continuo y el cumplimiento de la normativa nacional e internacional en materia de plaguicidas.
Cabe señalar que Chile es signatario de todos los convenios internacionales que existen y que están asociados con este tema, como son los acuerdos de Estocolmo, Rotterdam y Montreal, dando cumplimiento permanente a sus directrices y recomendaciones, a través la normativa correspondiente.
Fuente: Servicio Agrícola y Ganadero – SAG